viernes, 28 de septiembre de 2012

Acantilados de Howth, de David Pérez Vega


Pérez Vega sera un autor poco conocido pero eso no supone dar nada por sentado. Todos los autores al comienzo son desconocidos hasta que dejan de serlo. Y aunque existe la tendencia en muchos lectores de no esperar demasiado de novelistas que desconocen, sin embargo en este caso, se van a llevar una agradable sorpresa con su novela. Acantilados de Howth, de David Pérez Vega, es de ese tipo de novelas que sorprenden al descubrir que se trata de una emotiva lectura que una vez iniciada les entusiasmara. Es una cautivadora historia que engancha desde el principio hasta el final porque mantiene al lector en la línea del suave interés continuo; que no decae durante todo el relato, ya que paso a paso el autor nos descubre un personaje con el que es muy fácil sentirse identificado, dado el contexto en él que lo presenta.


El autor de Acantilados de Howth juega ingeniosamente con las diferentes variedades de situaciones en su argumento, que considero esta bien desarrollado y armonizado con la actualidad del presente; y también consiguiendo que en parte sea ciertamente intemporal, dado que si analizamos la historia en si, podría suceder en cualquier momento de hoy o del futuro mas inmediato. La novela presenta de modo sencillo como el personaje logra vencer de algún modo sus propias barreras y problemas personales tratando de encontrar una salida, lo cual no obstante, no esta exento de dificultades, como demuestra una parte de la novela.
Pérez Vega nos habla de una emotiva historia cotidiana, en la que el lector tiene la posibilidad de identificarse a si mismo con el personaje, o incluso identificar fácilmente a otros en una vida parecida, y utiliza técnicas sutiles para recordarle al lector, siempre muy amenamente, que la vida se compone de una serie de coincidencias que aparentan lo contrario. Todo depende de cómo reaccionamos a ellas, de cómo ejercitamos eso que algunos llaman libre albedrío, y nos enseña que las opciones que adoptamos dentro de los límites que nos imponen los altibajos del destino determinan lo que somos.


Por lo que respecta a la historia que relata Pérez Vega, la novela arranca el día que Ricardo cumple treinta años, que es el punto donde el personaje comienza a narrar esta historia. Ricardo es una persona culta, con dos Licenciaturas de ciencias Económicas, una en Administración y otra de Dirección de Empresas. Es un joven con talento artístico para escribir poesía, aunque lamentablemente desarrolla un trabajo monótono en una empresa del Campo de las Naciones, en Madrid, como contable; donde no destaca  como empleado porque simplemente hace su trabajo y trata de que todo vaya bien. En su vida profesional pasa desapercibido y no mantiene especial amistad con los demás empleados de su empresa mas allá de lo estrictamente laboral; es buen trabajador pero como hoy día ocurre en la realidad, a costas de hacer demasiadas horas extras y de sacrificar su vida familiar.


Ricardo es un hombre casado, su matrimonio algo desafortunado se desarrolla junto a ese tipo de mujer de mentalidad contradictoria; por un lado quiere tener un marido productivo, que trabaje y gane todo el dinero que pueda, pero por otro, plantea el absurdo de pretender que como marido debería pasar mas horas con ella en casa; situación que aprovecha siempre para resacarle continuamente. La relación matrimonial entre Ricardo e Isabel no se encuentra en su mejor momento. Los dos se ven poco, hay una notable falta de comunicación entre ellos, y por otra parte, Isabel acepta esa situación con indiferencia personal. Ya no le importa pasar el tiempo sola y apenas ver a su marido.


La pareja parece intentar guardar las apariencias ante los demás, y de paso engañarse a si mismos tratando de llevar una vida normal, precisamente haciendo una vida social bastante repetitiva y anodina; propia de los matrimonios algo frustrados: salen a cenar, ven una película en un cine, charlan sobre la película que han visto, y  después eso; vuelven a casa sin la mayor alegría o emoción.


¿Resultado? Después de su primer año de matrimonio, la monotonía se ha instalado en sus vidas y se ha convertido en el monstruo invisible que les acecha a cada instante. Apenas tienen amigos y los únicos que parecen reemplazarlos son su hermana de Isabel y su novio, dos personas que a los ojos de la mujer de Ricardo son el ejemplo de pareja perfecta.  Isabel envidia a su hermana porque quisiera ser como ella y de paso aspira a que su marido Ricardo fuera como su futuro cuñado. Pero la realidad de su vida es engañosa, precisamente otra muy distinta, ya que su matrimonio no está pasando por su mejor momento personal. 


Por su parte Ricardo tiene sus contrariedades personales intimas en forma de suaves dudas, que Pérez Vega como novelista nos las presenta en forma de Flasbacks del personaje. A lo largo del relato nos deja ver sus recuerdos nostálgicos y a donde se evade con frecuencia con su memoria, invitándonos a ver su pasado, saltando en el tiempo durante la narración de esta historia. Los flashbacks de Ricardo nos permiten conocer su pasado oculto, el que no se ve porque solo se puede leer en su mente. Allí retrocedemos a un momento anterior de su vida, donde él recuerda con nostalgia muchas de las cosas que ya hizo.


Desde el punto de vista, para mi este recurso o comienzo es muy interesante, porque de nuevo vemos a Ricardo cuando era mas joven, justo en el punto donde termina sus dos carreras y se encuentra frente a una encrucijada. En este punto de su vida muchos de sus amigos han buscado empleos estables, pero él contempla esa opción como algo ordinario y bastante vacío, por lo que decide marcharse a Irlanda durante seis meses, con la intención de perfeccionar su inglés. El destino le depara una agradable sorpresa en Irlanda, porque lo que en un principio parecía ser una estancia pasajera de unos pocos meses, termina finalmente convirtiéndose en dos años y medio fuera de Madrid.


Por otro lado Irlanda se convierte para Ricardo en una experiencia de auto descubrimiento personal; lo cual es una de las muchas anécdotas ocultas que el novelista,  Pérez Vega, ha sabido insertar muy bien como parte del argumento y que el lector hábil podrá descubrir. La vida de Ricardo en Irlanda no es como en Madrid, las experiencia son tan diferentes como interesantes; él puede escoger en que quiere trabajar, cuanto quiere ganar, y de paso hacer todo tipo amigos de distintos países incluso españoles. Un punto de inflexión bastante emotivo de la novela, que sin duda influye en la visión personal de la vida de Ricardo, es el momento en que conoce a Ula; una joven polaca con la mantiene una intima relación. Ula, que trabaja como camarera en un Café de O'Connell Street, al lado de la estatua de James Joyce, es quien le abrirá los ojos a la vida y le dará la oportunidad de descubrir precisamente lo qué él como persona desea hacer; quizá sea un poco tarde para hacerlo, pero de nuevo esta es otra anécdota oculta que Pérez Vega le ofrece al lector: “nunca es tarde para empezar”


Aquí es donde Ricardo comparte su interés por la lectura (En la novela abundan las referencias literarias), y también largos y hermosos  paseos por la isla y sobre todo por los Acantilados de  Howth, nombre que da titulo a esta emotiva novela, y que han sido descritos por el escritor H. G. Wells como de los más bellas del mundo.

Acantilados de Howth (David Pérez Vega)
TITULO: Acantilados de Howth
AUTOR: David Pérez Vega
EDITORIAL: Baile del Sol
ISBN: 978-84-15019-17-6
PAG: 188
PRECIO: 12 Euros

Enseñar bien desde el principio

Voy a dar una de mis típicas puñaladas intelectuales, pero no por la espalda no, sino de frente para que todo el mundo se entere bien de una vez por todas. La educación es una de las palabras mas fáciles de citar por los individuos arrogantes y prepotentes cuando tienen un problema con otra persona a la que consideran ignorante o inculta, ¿Pero qué es educación? ¿Es quizá hablar bien? ¿Escribir bien? ¿Comportarse bien? Todo eso debería parecer que es el fundamento, pero cuando razonamos un poco mas despacio, descubrimos que no lo es porque hay algo mas allá, que se nos escapa y no vemos. ¡No! Educación es enseñar bien, y hacer las cosas bien desde el principio. Miren, eso lo se por experiencias propias, cuesta mucho mas trabajo hacer las cosas mal (A medias, tratando de ahorrarse esfuerzo), que hacerlas bien desde el principio, poniendo el máximo empeño en el objetivo. Volviendo al tema de la educación. Cuando desde el principio una persona no recibe una adecuada educación, tiene problemas durante toda su vida; y cuando multiplicamos eso por todos los habitantes de un país, ese país tiene problemas. El país no esta como esta por si solo, sino esta así porque ha heredado una deficiente educación y por tanto el problema no es la educación en si misma (Los contenidos), sino que el resultado proviene de no haber sabido enseñar bien esos contenidos sin fallar desde el comienzo en algún momento del pasado.


En el momento en que un alto porcentaje de ciudadanos de un país, tiene problemas con la lectura, la escritura, la ortografía, la gramática y otras cosas cuyo origen es la educación ¿de quien es la culpa? ¿Del ciudadano que no supo aprender desde el principio las materias, o del profesor que desde el principio fracaso no sabiendo enseñar bien esas materias? Lo mas fácil era exculpar al profesor y crear la figura del mal alumno, el niño burro, el niño idiotizado, con problemas emocionales y familiares; que chocaban contra la estética mental preconcebida del profesor que pretendía niños dóciles, perfectos, con intelectos motivados, quizá incluso con dedos nerviosos por responder a sus preguntas.


Pero bajemos de esa nube, y volvamos a esta desagradable realidad cincuenta años mas tarde. Muchas personas no escriben hoy bien sencillamente porque los profesores no supieron motivarlos o enseñarles bien hace cuarenta años atrás. ¿Es tan difícil de admitir una realidad como esa? Lo mismo pasa con aprender lengua, gramática, y ortografía, ¿por qué hay tanta gente con problemas con este asunto? Yo se lo explico desde mi experiencia. No fallan los alumnos, fallan los que no saben enseñar a esos alumnos. Lo que pasa es que es mas fácil dejar como culpable a un niño que no se puede defender, diciendo de él que es un inadaptado, un rebelde o un inepto, que ya viene de padres pobres y socialmente cortos en todos los sentidos; que reconocer cual es realmente el problema; que desde un principio el profesor fallo en su método de enseñar.


Es muy fácil culpar 50 años después a un pobre individuo cualquiera cuando va a pedir un trabajo, tildándolo de ser ignorante, inculto, y demás calificativos o de que no aprendió a escribir correctamente, ¿pero realmente de quien fue la culpa de que no aprendiera con el nivel necesario para que hoy responda a las actuales exigencias? ¿Tenían esos alumnos el celebro mas atascado que el resto? ¿O acaso el profesor solo hacia su trabajo, y tanto le daba, que uno de sus alumnos aprendiera o que no; porque en cualquier caso tenia igualmente garantizado su sueldo aprendiera lo que aprendiera el alumno? Me pregunto yo ¿que pasaría si el sueldo de un profesor de lengua, estuviera hoy condicionado a la productividad y al resultado; es decir, a que si son treinta alumnos, los treinta aprendieran correctamente todo lo que se les enseña y al final de los ocho años esos alumnos lo demostraran de forma practica, dando con ello un respaldo a la verdadera dedicación invertida por el profesor en todo ese tiempo? ¿Aprenderían más y mejor, o la situación seria peor de lo que es ahora después de 50 años? ¿Cual es el origen y cual es resultado entonces?


También se lo explico a mis escasos lectores. La mayor parte de las veces el fracaso escolar, o el problema de la Educación como lo llaman hoy los profesores para atenuar su responsabilidad, es que entonces solo hacían su trabajo y solo se limitaban al mínimo resultado, no al máximo resultado. ¿Por qué digo esto de forma tan categórica? Bueno, primero porque tuve ocho años para constatarlo, y segundo porque para eso ya estaban los colegios de pago o las Universidades, y no tengo mas que explicar; el ejemplo se entiende perfectamente.

Lo que si necesita una explicación es que el ciudadano no nace burro, lo hacen burro, y se convierte en burro especialmente cuando los profesores que les enseñan de por si los tratan como burros. ¿No se lo creen? Les pondré ejemplos vividos por mi de métodos de enseñanza del siglo pasado, cuyo lema era “la letra con sangre entra”. Entonces en la enseñanza era muy normal marginar a un niño en el ultimo pupitre, ponerlo de rodillas con los brazos en cruz y con pesados libros en las manos, darle un fuertes golpes con una regla de medio centímetro de grosor en la punta de los dedos, colocarle un sombrero de capuchino con orejas de burro, hacerle escribir cien veces en la pizarra una frase repetida, suspenderlo o expulsarlo de clase por la menor de las tonterías además tomar manía a un niño. Y podría continuar con mas ejemplos... pero en resumen estos eran todos los ingredientes necesarios para crear a un burro estándar como los que hoy día tanto abundan producto del antiguo y fenomenal sistema (Método) de enseñanza del siglo pasado. ¿No les parece maravilloso el resultado?


Ahora podría hablar de un fenómeno del que pocas veces se hablo -es tema tabú- y del que hoy día tampoco se habla; del moving (Discriminación silenciosa) del profesor hacia el alumno, que se encubre normalmente con la escusa del fracaso escolar, donde la culpa de ese fracaso curiosamente es de la actitud del niño y nunca del profesor. El profesor es un santo, que goza del eximente de su condición. Es lo que se conoce generalmente con la expresión “mi profesor me tiene manía”, pero también yo podría calificar ese fenómeno con la siguiente cita, mas acorde con la realidad del nefasto resultado que con su éxito: “Solo el que enseña como un burro, puede conseguir que otros sean mas burros que él”.  ¿Qué pasa cuando el profesor es un burro, que no tiene ni idea de como conseguir que sus alumnos se motiven y aprendan una lección?


Es una realidad imposible de negar que los profesores de hace 40 años atrás, que eran cerrados mentalmente en sus vanas convicciones, y desgraciadamente hoy también los sigue habiendo; recitaban sus lecciones monótonamente, con voz pesada, carente de énfasis o de emoción, y regalaban a sus alumnos aburrimiento durante horas. ¿En un caso como ese no seria mas fácil colocar una grabadora y marcharse a tomar un café, y ahorrarnos a los profesores que no tienen el máximo interés por poner de su parte y formar de verdad a buenos alumnos? Piensen un ratito sobre el ejemplo... y quizá encuentren razones para rebatirme, o quizá no.


Pueden enfadarse conmigo, diciendo que soy injusto afirmando todo esto, pero la realidad que entonces había detrás es la que hay ahora. Para un profesor, enseñar hace décadas atrás era un trabajo que solía estancarse en la monotonía, en la rutina, y pocas veces la meta personal era conseguir que sus alumnos alcanzaran un nivel ideal. Lograr que un alumno consiguiera llegar hasta el final de los ocho cursos y obtuviera un buen nivel de educación, no era la máxima preocupación del profesor sino otras cosas, como por ejemplo leer el diario deportivo, y pedir silencio hostilmente mientras los alumnos hacían un examen; lo se porque durante ocho largos años pude comprobarlo.


Podemos verlo de este otro modo; ¿cuanto le importaba hace cuarenta años atrás a un profesor que un alumno cualquiera consiguiera obtener hoy día un certificado de estudios EGB o un graduado escolar, saliendo con un buen nivel educación intelectual?  Si un alumno tiene problemas hoy, ¿cuanto le importo entonces al profesor, que ya esta jubilado, que ese antiguo alumno hoy se vea en apuros para ganarse la vida? Recuerden que sus profesores ya están jubilados y a la mayoría les importaba entonces un comino lo que a ustedes les pasara hoy con su ortografía o sus capacidades de redacción en una entrevista de trabajo. La respuesta es “que cada palo aguante su vela”; un profesor era entonces alguien que estaba allí; no era un padre o una niñera para el alumno, ni un amigo, ni siquiera era un profesor realmente porque tanto le daba que el alumno consiguiera sus propias metas. Un profesor cobraba su sueldo lo mismo con 30 fracasos escolares que con cien éxitos escolares, exactamente igual que hoy; en eso no han cambiado, y la fabrica de burros sigue hoy dia en marcha.

Ahora pueden hacer como hicieron siempre, seguir con su método de desmotivacion. Y negando su responsabilidad, por supuesto lanzando las culpas para todas direcciones menos para la suya propia. Recuerden, las personas si razonan, pero los burros solo dan coces y comen zanahorias...

miércoles, 26 de septiembre de 2012

Cazador de Bastardos, de Horatio Honrover

Horario Honrover, el conocido escritor de novela negra, finalista en los premios Brandon, ha lanzado su ultima novela, “El cazador de Bastardos”. Un turbulento thriller, con un protagonista que no sabe como llega a una situación tan complicada. Tras el exitazo hace dos años de “El Pozo del Demonio” ahora hay que leer su ultimo trabajo, por cierto, según los críticos una novela muy recomendable para los amantes del genero negro y las tramas bien descritas.

Desde luego el argumento es de lo mas ingenioso. Jim Morris, el protagonista de Cazador de bastardos, es un escritor que se ve envuelto en un extraño asunto. Relata una interesante historia en la que recibió un misterioso manuscrito por correo sin remitente. En su interior hallo una novela de 190 paginas en la que no había autor. Al parecer Morris investiga para encontrar el remitente y a su autor pero al final publica la novela con su nombre, pero sin poner el nombre del autor original, porque no podía saber quien era. Desgraciadamente tras lograr el éxito de Morris, se le complican las cosas al ser inesperadamente demandado por plagio en los tribunales. Durante el juicio sus declaraciones, llenas de misterio e intriga, nos desvelan la truculenta historia, que no tiene desperdicio:

“Todo fue imposible, el sobre no tenia ningún nombre y el manuscrito tampoco, durante un años trate de investigar quien podría ser el misterioso escritor anónimo que me envío el material, pero no averigüe nada. Mas tarde, comencé a reconsiderar que el remitente pretendía que yo él publicara su trabajo, cosa que hice. Así que al final tome el material y lo reescribí a mi gusto, haciendo ciertos cambios. Mas tarde lo publique con gran éxito y a partir de ahí todo han sido problemas”.

El argumento, perfectamente contado, narra una ingeniosa trampa tendida al escritor cuando publica una novela llamada  “With the money in hand” “con la pasta en las manos”, que pertenece a otro escritor, que se la envía anónimamente para que la publique y durante los dos años siguientes al éxito de Morris dice nada. El escritor tiene muy claro claro que todo esto es una sucia trampa para desacreditar su carrera y conseguir dinero, pero se enfrenta al escepticismo de sus acusadores:

“Lo sorprendente de este hecho es que usted reciba una novela por correo de forma anónima hace dos años, y ahora diga que esto es una evidente maniobra de chantaje literario para sacarle dinero y vampirizar su fama a costas de un manuscrito” dice el fiscal en su contra.

La novela describe un hecho plausible, ya que a nadie le cabe en la cabeza que le envíen un misterioso manuscrito de una novela sin remitente y mucho menos que esa novela no tenga autor, todo para provocar que sea plagiado, dando mas tarde ocasión a una demanda en los tribunales. Desde el principio de la novela se esta jugando con la carrera profesional del escritor, que es víctima de un bastardo a quien Morris no conoce de nada y sigue sin conocer hasta el final de la novela. Estoy seguro de que al lector le encantara esta novela, perfectamente escrita, con una magnifica narrativa, que se lee de forma muy agradable, y que da a conocer los entresijos del mundo oculto de los escritores.

Confesiones de un Espía, de Miguel Andrés Plauto


¿A quien no le fascina una buena novela de espías? Tal vez te seduzca el arranque de la novela “Confesiones de un espía”; que sin duda sorprende por lo original de su planteamiento. Confesiones de un espía, es una novela que desde el arranque ya tiene tensión e intriga; algo fundamental para un thriller de espionaje, que en otros casos, se suele echar en falta. El argumento no necesita de ningún tipo de truco para capturar la atención del lector. Casi de inmediato, uno se ve sumergido en los ambientes mas confidenciales de la CIA y otras súper agencias de espionaje, sin casi necesidad de entender el conflicto; ya que este se percibe al momento. Una de sus excelentes características, por supuesto, es que no da a conocer el desenlace hasta la ultima pagina. Quizás lo que me ha llamado más la atención no es tanto el argumento, sino como el autor narra la novela junto con la atmósfera que expresa la historia.


En general, la primera impresión que genera esta novela es lo que más aporta a que te enganches en su lectura, aun cuando sea necesario remarcar que una segunda lectura, más reflexiva, permite al lector encontrar una nueva dimensión de detalles ocultos. Muchas cosas quedan ocultas en una primera lectura y se hace necesario una segunda lectura para llegar a su comprensión. Por supuesto que la contundencia del argumento de la novela responde a un laborioso trabajo de investigación, documentación, adaptación y dramatización. Una buena novela de espionaje es como la lógica de un tablero de Ajedrez, en el que cada paso o movimiento esta bien calculado.


En la novela Confesiones de un espía, Ernest Barrel, el personaje principal de la novela, es un Espía que trabaja para la CIA manejando los secretos  mas oscuros de la agencia. Durante una de sus operaciones es detenido, interrogado, y encarcelado en una de las prisiones Comunistas mas duras de China. Ante la aparente imposibilidad de escapar, decide comenzar a explicarse a si mismo, a lo largo de la novela, en sus sucia celda, como comenzó su carrera como espía; sus mejores tiempos realizando operaciones, y repasar de principio a fin quienes han sido sus amigos y enemigos. Justamente es este proceso de exploración, narrado en segunda persona, en la que él dirige sin darse cuenta toda una investigación personal, donde descubre que ha sido víctima de una traición. Casi a la mitad de la novela, consigue saber quien ha sido el autor de la traición. Su descubrimiento da un giro espectacular a la trama, porque en ese punto de inflexión, se le presenta la ocasión de preparar un ingenioso plan de huida, con el que consigue evadirse y escapar de china. No obstante, en la CIA el traidor sigue tan tranquilo, creyendo que Ernest ha muerto a manos de los chinos durante su fuga. Ahora bien, Ernest tras su huida, lanza una campaña de revelación de secretos desde las sombras contra la CIA y sus numerosas operaciones, en la que se ve implicado el traidor, que termina finalmente procesado y con la carrera arruinada.

El fumador de porros, de Martinez la Puerta

Amador Broca, es un mecánico recién salido de la cárcel Modelo por haber traficado con coches robados de lujo entre España, Gibaltar, y Marruecos para una banda de delincuencia organizada llamada los siniestros. Amador, ahora rehabilitado de sus cargos penales, creció en el barrio más miserable de Barcelona, el Barrio Chino donde desarrollo el don de reconocer a simple vista los automóviles que se podían robar sin dificultad, hacerles un puente y salir a todo trapo. Sin embargo, este personaje no es perfecto y Amador Broca tiene una forma de ser muy peculiar; carece de sentimientos a consecuencia de un atracón de porros (mas de trescientos porros), que le dejaron insensible a la normas morales y sociales, y ahora es un delincuente profesional. Precisamente, el ultimo trabajo realizado para su banda, y una monumental persecución policial por toda Barcelona, con tiroteos, vertiginosas carreras, drogas, sexo con prostitutas en la calle de las tapias, mucha marihuana, vicio whisky y puterio lo conducirán a pasar diez años en la cárcel. Al salir inicia un periplo vital de tratar de recomenzar su vida desde cero, intentando trabajar como lava platos, en un hotel que casualmente es propiedad de un grupo de mafiosos Ruso que se dedican a robar coches, y que sin duda lo reencaminará de nuevo en una carrera criminal.

Una novela bastante bien escrita por su autor, Martínez la Puerta, de gran éxito en Francia, inédita todavía en España, en la que destaca no solo por la originalidad del argumento, sino también el tratamiento que se le da a algunos de los episodios de la vida de Amador Broca, que lo hace entrar casi en los terrenos del surrealismo criminal o en el género mas marginal. A pesar de su corta extensión, solo son ciento veinte paginas, Martinez la Puerta no consigue que el lector alcance el clímax intelectual en la lectura.  Es un libro muy prolijo en ideas, donde se describe con minuciosidad hasta el último detalle de los vateres del Zoco de Marruecos y también de la cárcel Modelo de Barcelona, los tipos de convictos que corren por esos peligrosos ambientes, los elementos de un taller mecánico y como roban los coches de lujo, etc.

En mi opinión como experto, en algunas páginas esta novela el autor llega a hacerse un poco pesado con su insistente descripción de los suburbios y el ambiente de decadencia. Pero sin embargo reconozco que el autor consigue hacer unas buenas descripciones, que están muy bien hechas e introducen al lector de lleno en el oscuro ambiente criminal, todo contado con curiosa narrativa; desde el punto de vista de encender un porro y comenzar a explicar su historia desde el principio hasta el presente. No deja de ser notable la cantidad de porros que consume Amador Broca durante su narración, ya que normalmente la cantidad que se puede fumar es de unos cinco o diez porros, pero el personaje tiene la virtud de llegar hasta los cincuenta porros diarios.

Esta novela rompe esa estúpida tendencia hasta el momento establecida en la sociedad de escribir únicamente sobre los tópicos tan pesados y regastados: el amor, el sexo, la guerra civil española, la pareja, la historia, y todas las acostumbradas temáticas que engordan las estanterías de los libros caducos que acaban en papel para reciclar. No puede decirse que sea un argumento "sencillo", algo de lo que pecan muchos escritores pretenciosos, sobre todo los recién llegados a este mundillo de los novelistas. Algo que me ha llamado mucho la atención en esta novela es que el contenido tiene una gramática un poco deficiente, sin duda la corrección no ha sido muy afortunada, quizá a consecuencia de la traducción del Francés al Español ha producido una perdida conceptual, mas de lo que cabía esperar, quizá las letras se habrán perdido por el camino, y no responde para nada a las excelentes traducciones que he leído en otros trabajos.

El fumador de Porros no es un relato criminal en absoluto. Solo se describe la turbulenta vida de Amador, de la cual el mismo nos ofrece un epilogo de su vida; el resto, se narra casi en forma de acción, disparos, fugas, luchas internas de poder con la banda, robos, dinero. También destaca una parte de la novela enfocada a como la sociedad desdeña a las personas manchadas por delitos y resalta el dominio de los poderosos, que se mantienen inmunes a esos mismos efectos por disponer de dinero con el que lavar su reputación; cosa que se describe en unas pocas paginas muy concretas de la novela, y que creo que es un recurso empleado por parte del autor para salvar al personaje de cierta situación comprometida a la que lo llevan sus andanzas criminales.

El final, trágico y triste, revela cuál es la única manera en que Amador broca consigue escapar de su deprimente vida. Tras lograr dar el ultimo golpe maestro, se queda atrapado en un mono volumen cuatro por cuatro, al borde de un precipicio con una mochila llena de mariguana, y decide acabar con todo; fuma hasta reventar y se lanza en un final épico por un acantilado de ciento cincuenta metros cayendo al mar...

De entre los personajes que entran a formar parte de este truculento reparto, aparte del peculiar protagonista, empeñando desde joven en ser un buen mecánico destacan el Detective de la Guardia Civil Bruno Barrera, un ambicioso defensor de la extravagante teoría de que la mafia Rusa esta detrás de todo, cuyas explicaciones a sus superiores resultan de lo más rocambolescas, y Garcia La Porra, el Periodista que  escribe la vida de Amador cuando documenta la noticia final de su suicidio.

Me ha parecido una novela muy trabajada, original pero a la vez surrealista, que trata de una manera diferente el tema de la exclusión social, del deseo de ser "normal", la lucha contra la marginación social y el destino como enemigo de uno mismo, etc, etc.

martes, 25 de septiembre de 2012

Pedro Runcallola El ladrón de Tijeras


Luis Bramante es un viejo sastre que vive de hacer trajes baratos y tras la crisis termina en la ruina. La novela se centra, como ya he mencionado, en un sastre que tiene las manos muy hábiles, que al cerrar el negocio empieza a tener problemas psicológicos y una extraña manía compulsiva por robar tijeras, lo cual le hace recordar sus mejores tiempos. Cada vez que roba unas tijeras parece recuperar todas sus facultades de sastre, y de un día para otro, se vuelca frenéticamente en la creación de nuevos trajes muy bien diseñados. Por otra parte las tijeras que roba parecen ser el objeto fetiche, elemento que le transmite el poder divino para hacer sus mejores trajes, por lo que el pobre sastre se ve abocado en una continua carrera por robar cada vez nuevas tijeras que no son de su propiedad. Esta manía compulsiva le conduce a sufrir toda clase de altibajos emocionales, y también penalidades por las que pasa por robar nuevas tijeras: llega a robar las tijeras de una monja en un convento aunque solamente lo reconoce al final.


Un relato lleno de angustia que nos revela un personaje dominado por esa incontenible manía de robar cada tijera que ve al alcance de su mano, por lo cual no llega nunca a conseguir dominar su creatividad, que esta condicionada a conseguir robar nuevas tijeras para crear nuevos trajes.  Las dudas le acechan por no saber si las tijeras que ha robado han perdido la magia... Una penosa situación en que toda esperanza, por parte del sastre y su resignada manía, recae en el éxito de seguir robando una tijera tras otra una durante más de 8 años hasta que un día es atrapado y se descubre todo: en su casa hay mas de 25.000 tijeras de diferentes clases y tamaños.


Esta novela de Pedro Runcallola, aunque es una novela corta, cuesta mucho  leerla porque su contenido transita como una aventura sin prisas y a paso de tortuga. Pese a tener una buena narrativa, los personajes de esta obra son pocos y entran en escena y desaparecen con sorprendente celeridad, siendo el sastre el único que permanece constante.


El ladrón de tijeras me ha dejado una sensación un tanto triste y amarga de lo que puede llegar a ser la vida real, cuando una persona se arruina y se obsesiona con ser útil en la sociedad. Reconozco que el autor sabe resaltar bien estos matices con sumo  cuidado y nos descubre más cosas como: la desesperación y la miseria por la que está pasando un sastre sin trabajo. La miseria está presente durante todo el relato. La situación llega a su punto máximo cuando visitando un cuartel de la guardia civil le roba las tijeras al comandante del puesto y es sorprendido in fraganti intentando ocultar unas tijeras de los tiempos de Franco. Dicen que una buenas tijeras lo cortan todo, incluso también la carrera de un sastre.

Como es propio en todas sus novelas de Pedro Runcallola, los personajes suelen ser personas con oficio humildes o de cierta habilidad que influyeron en su vida. Luego es lógico pensar que Runcallola se haya inspirado en alguien a quien conoció.

lunes, 24 de septiembre de 2012

La putada - Jorge Luis Frelández

El género de novela negra es tan amplio como los temas que suele tratar. Hay novelas negras que nos llevan a escenarios policiales difícilmente imaginables. Pero hay otras novelas que nos llevan muy cerca, aquí al lado, a la cárcel para mostrarnos lo maravilloso que es pasarse una buena temporada a la sombra en la sociedad actual. Ese es el caso de la putada, una novela negra, que ha dejado con la boca abierta a los miembros del jurado del concurso de novela policial Preston.

Es difícil no comenzar a leer la putada sin preguntarse constantemente cuando nos tocara a nosotros ser víctimas de un caso semejante. Supongo que, quizá, es parte del atractivo de esta novela, que todo transcurra en las galerías de alcatraz, y cuyos personajes, el policia y el chorizo delincuente que fue encerrado por él se reencuentren cara a cara. Es una sensación que puede durar más o menos como los siguientes diez años, pero en las páginas de esta novela los personajes se defienden por sí solos, cada uno de ellos, con sus argumentos, rencores, odios sin que haga falta buscarles constantemente tres pies al gato, porque conviven en la misma celda.

¿A qué me refiero? A que la novela es realmente entretenida. Divierte con creces, ya que contiene partes que sin duda nos harán recordar la aventura de Frank Morris en la cárcel, mientras que otras nos sugerirán cosas tan interesantes como a Leone, protagonizada por Stalone en encerrado, argumento perturbador (algunas veces inquietante) sobre el  podrido mundo de la cárcel que rodea a los presos. Y no, no voy a contarles de qué va este novela. Bueno, vale, sí: adelanto que el título le hace justicia y que la trama está cargada de aventura y acción, violencia y mucha tensión.

¿Defectos? Claro que los hay. Me refiero sobre todo a los personajes. Son demasiado retorcidos teniendo en cuenta las situaciones del todo inverosímiles a las que se enfrentan. Especial el personaje de Richard Kaufman, es un tipo que había matado a tres personas y parece sacado de la galería del terror. El resto de personajes no aportan nada a la historia o están poco aprovechados aunque, si lo pensamos bien, los verdaderos protagonistas de la novela son precisamente Kaufman y MacKenan…

¿Qué es posible aprender de esta novela? Una aproximación a una parte de la psicología poco explorada, al estilo Shutter Island,  y que podremos leer desde la primera hasta la ultima de sus doscientas páginas. Sin olvidarnos de que la acción, las aventuras y la venganza son la clave que mueve todo el hilo de la trama.

Es una novela que si bien el tema es muy interesante su autor, Luis Frelández no consigue satisfacer todas mis exigencias. Además, le he detectado algunas incorrecciones y también algunos deslices argumentales, por lo demás, no esta mal, pero podría mejorarse.

La caída de los Molinos de Julio Tarraskero

La caída de los Molinos sumerge al lector en una historia cargada de presunta emoción aunque realmente este escritor decepciona. Ésta primera novela del autor, sigue los destinos de un Palanganero, en tiempos de Miguel de Cervantes, a su paso por las casa de cinco familias diferentes a lo largo y ancho de la mancha. Tras mantener diversas aventuras lujuriosas con bellas mozas, el palanganero es apresado y encarcelado.

Julio Tarraskero, como siempre, no pone un especial interés por la fidelidad literaria, al comenzar con la historia de Hidalgo de Pinilla, un sencillo palanganero putero; que en sus correrías por toda la Mancha, es perseguido y capturado por los Alguaciles. Esta historia parte de hechos disparatados pues narra que el palanganero conoció a Cervantes, y de allí nos sumerge en una extraña aventura de un romance entre Hidalgo Pinilla y la cachonda hija de un molinero de la Mancha, que al parecer tenían sexo desenfrenado en un pajar, y también en el molino de su padre. Como historia la encuentro absurda, y la trama es muy poco ingeniosa, además la hermana de Pedro, el mesonero chivato que trabaja en la Posada de Miguel de Andarás, es poco menos que increíble; ya que parece poco probable que se organizaran tiroteos con trabucos, por el robo que comete el ama de llaves, que se enamora del Palanganero cuando le hace un servicio.

Poco a poco estos personajes irán encontrándose a medida que la historia se desenvuelve entre los molinos, las haciendas, y la posada, todo un escenario creado por Julio Tarraskero, tan deprisa que no se puede entender como ha escrito un trabajo de tan poca calidad literaria.

domingo, 23 de septiembre de 2012

Critica a Peréz de Celta por su novela Capitán por cojones

Peréz de Celta, considerado como el escritor revelación del año, el autor de la novela Capitán por cojones, Bestseller en España en el 2012, en Ediciones Blaneta, demuestra un desconocimiento total del manejo de la enciclopedia. Su mente no concibe historias con sentido común pues la estructura de su novela y la narración de sus capítulos no hay quien la entienda. En primer lugar no sabe poner orden a los hechos históricos de Dravino Lobos, ni como le robaron la cartera en un Puti Club, y de ahí en adelante no sabe dar un cariz de intriga al resto de la historia. La trama se lee con dificultad, no apasiona nada y hace perder el tiempo en sus 1.200 páginas, que por supuesto no se pasan solas. Hay que mencionar algunos capítulos que no dicen nada extraordinario; y aunque resulte sorprendente, me gustaría destacar el capítulo 80; la tarde de juerga en ese Puti Club donde el lector vive junto con Dravino Lobos la dramática perdida de su cartera, mejor dicho, una putarrona le roba la cartera, y a partir de ahí Peréz de Celta recrea todo un complejo juega alrededor de ese hecho.

Los defectos a la novela son bastantes, pero hay que destacar dos principalmente: que en ciertos pasajes el autor peca de falta de pasión (a veces describe con demasiada precisión y poca pasión algunos pasajes de enfrentamientos verbales con su comandante, con un estuche de lujosos insultos, que no parece habitual tanto insulto grosero en una novela) y que los personajes no evolucionan en exceso (El tuerto, el Gitano, el Guardia Civil, los componentes, siempre parecen algo apocados), quizá la excepción sea el Sargento doce, que tiene el gatillo fácil con la Browling, aunque quizá en los próximos libros de este escritor, si se corrige, esa percepción mía como lector se modifique.