miércoles, 26 de septiembre de 2012

El fumador de porros, de Martinez la Puerta

Amador Broca, es un mecánico recién salido de la cárcel Modelo por haber traficado con coches robados de lujo entre España, Gibaltar, y Marruecos para una banda de delincuencia organizada llamada los siniestros. Amador, ahora rehabilitado de sus cargos penales, creció en el barrio más miserable de Barcelona, el Barrio Chino donde desarrollo el don de reconocer a simple vista los automóviles que se podían robar sin dificultad, hacerles un puente y salir a todo trapo. Sin embargo, este personaje no es perfecto y Amador Broca tiene una forma de ser muy peculiar; carece de sentimientos a consecuencia de un atracón de porros (mas de trescientos porros), que le dejaron insensible a la normas morales y sociales, y ahora es un delincuente profesional. Precisamente, el ultimo trabajo realizado para su banda, y una monumental persecución policial por toda Barcelona, con tiroteos, vertiginosas carreras, drogas, sexo con prostitutas en la calle de las tapias, mucha marihuana, vicio whisky y puterio lo conducirán a pasar diez años en la cárcel. Al salir inicia un periplo vital de tratar de recomenzar su vida desde cero, intentando trabajar como lava platos, en un hotel que casualmente es propiedad de un grupo de mafiosos Ruso que se dedican a robar coches, y que sin duda lo reencaminará de nuevo en una carrera criminal.

Una novela bastante bien escrita por su autor, Martínez la Puerta, de gran éxito en Francia, inédita todavía en España, en la que destaca no solo por la originalidad del argumento, sino también el tratamiento que se le da a algunos de los episodios de la vida de Amador Broca, que lo hace entrar casi en los terrenos del surrealismo criminal o en el género mas marginal. A pesar de su corta extensión, solo son ciento veinte paginas, Martinez la Puerta no consigue que el lector alcance el clímax intelectual en la lectura.  Es un libro muy prolijo en ideas, donde se describe con minuciosidad hasta el último detalle de los vateres del Zoco de Marruecos y también de la cárcel Modelo de Barcelona, los tipos de convictos que corren por esos peligrosos ambientes, los elementos de un taller mecánico y como roban los coches de lujo, etc.

En mi opinión como experto, en algunas páginas esta novela el autor llega a hacerse un poco pesado con su insistente descripción de los suburbios y el ambiente de decadencia. Pero sin embargo reconozco que el autor consigue hacer unas buenas descripciones, que están muy bien hechas e introducen al lector de lleno en el oscuro ambiente criminal, todo contado con curiosa narrativa; desde el punto de vista de encender un porro y comenzar a explicar su historia desde el principio hasta el presente. No deja de ser notable la cantidad de porros que consume Amador Broca durante su narración, ya que normalmente la cantidad que se puede fumar es de unos cinco o diez porros, pero el personaje tiene la virtud de llegar hasta los cincuenta porros diarios.

Esta novela rompe esa estúpida tendencia hasta el momento establecida en la sociedad de escribir únicamente sobre los tópicos tan pesados y regastados: el amor, el sexo, la guerra civil española, la pareja, la historia, y todas las acostumbradas temáticas que engordan las estanterías de los libros caducos que acaban en papel para reciclar. No puede decirse que sea un argumento "sencillo", algo de lo que pecan muchos escritores pretenciosos, sobre todo los recién llegados a este mundillo de los novelistas. Algo que me ha llamado mucho la atención en esta novela es que el contenido tiene una gramática un poco deficiente, sin duda la corrección no ha sido muy afortunada, quizá a consecuencia de la traducción del Francés al Español ha producido una perdida conceptual, mas de lo que cabía esperar, quizá las letras se habrán perdido por el camino, y no responde para nada a las excelentes traducciones que he leído en otros trabajos.

El fumador de Porros no es un relato criminal en absoluto. Solo se describe la turbulenta vida de Amador, de la cual el mismo nos ofrece un epilogo de su vida; el resto, se narra casi en forma de acción, disparos, fugas, luchas internas de poder con la banda, robos, dinero. También destaca una parte de la novela enfocada a como la sociedad desdeña a las personas manchadas por delitos y resalta el dominio de los poderosos, que se mantienen inmunes a esos mismos efectos por disponer de dinero con el que lavar su reputación; cosa que se describe en unas pocas paginas muy concretas de la novela, y que creo que es un recurso empleado por parte del autor para salvar al personaje de cierta situación comprometida a la que lo llevan sus andanzas criminales.

El final, trágico y triste, revela cuál es la única manera en que Amador broca consigue escapar de su deprimente vida. Tras lograr dar el ultimo golpe maestro, se queda atrapado en un mono volumen cuatro por cuatro, al borde de un precipicio con una mochila llena de mariguana, y decide acabar con todo; fuma hasta reventar y se lanza en un final épico por un acantilado de ciento cincuenta metros cayendo al mar...

De entre los personajes que entran a formar parte de este truculento reparto, aparte del peculiar protagonista, empeñando desde joven en ser un buen mecánico destacan el Detective de la Guardia Civil Bruno Barrera, un ambicioso defensor de la extravagante teoría de que la mafia Rusa esta detrás de todo, cuyas explicaciones a sus superiores resultan de lo más rocambolescas, y Garcia La Porra, el Periodista que  escribe la vida de Amador cuando documenta la noticia final de su suicidio.

Me ha parecido una novela muy trabajada, original pero a la vez surrealista, que trata de una manera diferente el tema de la exclusión social, del deseo de ser "normal", la lucha contra la marginación social y el destino como enemigo de uno mismo, etc, etc.

No hay comentarios:

Publicar un comentario