lunes, 24 de septiembre de 2012

La caída de los Molinos de Julio Tarraskero

La caída de los Molinos sumerge al lector en una historia cargada de presunta emoción aunque realmente este escritor decepciona. Ésta primera novela del autor, sigue los destinos de un Palanganero, en tiempos de Miguel de Cervantes, a su paso por las casa de cinco familias diferentes a lo largo y ancho de la mancha. Tras mantener diversas aventuras lujuriosas con bellas mozas, el palanganero es apresado y encarcelado.

Julio Tarraskero, como siempre, no pone un especial interés por la fidelidad literaria, al comenzar con la historia de Hidalgo de Pinilla, un sencillo palanganero putero; que en sus correrías por toda la Mancha, es perseguido y capturado por los Alguaciles. Esta historia parte de hechos disparatados pues narra que el palanganero conoció a Cervantes, y de allí nos sumerge en una extraña aventura de un romance entre Hidalgo Pinilla y la cachonda hija de un molinero de la Mancha, que al parecer tenían sexo desenfrenado en un pajar, y también en el molino de su padre. Como historia la encuentro absurda, y la trama es muy poco ingeniosa, además la hermana de Pedro, el mesonero chivato que trabaja en la Posada de Miguel de Andarás, es poco menos que increíble; ya que parece poco probable que se organizaran tiroteos con trabucos, por el robo que comete el ama de llaves, que se enamora del Palanganero cuando le hace un servicio.

Poco a poco estos personajes irán encontrándose a medida que la historia se desenvuelve entre los molinos, las haciendas, y la posada, todo un escenario creado por Julio Tarraskero, tan deprisa que no se puede entender como ha escrito un trabajo de tan poca calidad literaria.

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